Árbol Garoé de la isla del Hierro

Una fuente de vida se encuentra en lo alto de la isla El Hierro, un árbol que sirvió como recurso natural de agua dulce para los aborígenes y que hoy en día es considerado un tesoro para la isla y un símbolo natural del lugar. Hoy conocerás todo sobre el Árbol Garoé.

El árbol Garoé, fuente de agua

Si de tesoros naturales hablamos, en la isla El Hierro de las canarias no solo se encuentra un tesoro, sino un elemento sagrado desde mucho antes de la conquista y que hasta la actualidad, es venerado como un símbolo de riqueza natural, sustento y  lo que fue en un momento una fuente de agua para los bibanches.

Se trata del árbol Garoé, que se encuentra ubicado a 1000 metros de altura en el municipio Valverde de la isla El Hierro, al noreste de la misma. Esta ubicación es justamente lo que le da al árbol sus virtudes, únicas en todo el mundo.

Es tan especial que sus características y bondades hacen parecer que es un árbol milagroso pero que realmente se deben a dos fenómenos naturales que permiten que este árbol sea una fuente constante de agua dulce, obtenida de las nubes y del suelo volcánico de la isla que se encuentra bajo sus raíces. 

Se trata de un til, que es capaz de absorber y almacenar agua de la lluvia a través de su corteza, ramas y hojas y desde el suelo mediante sus raíces y al mismo tiempo abastecer a la población de El Hierro.

En la época de los bibanches antes de la conquista esta era su principal fuente de agua dulce, de la cual vivían y se abastecía toda la población. De hecho, era tanta la importancia de este árbol que los aborígenes comenzaron a adorarlo como un elemento divino.

Según cuenta la leyenda, el nombre Garoé fue dado por los bibanches, quienes eran los primeros pobladores de la isla El Hierro. Se dice que el til original, llamado Garoé, era un árbol gigante con una corteza de aproximadamente un metro y medio de diámetro.

Era la principal fuente de agua, ya su ubicación en una ladera de la región de Tiñor permitía que al venir los vientos alisios, las nubes bañaran de agua al árbol y por supuesto el suelo donde este se encontraba plantado.

Al captar toda el agua de los cúmulos y del suelo, el árbol tenía la capacidad de destilar agua dulce que era recogida en grandes oquedades hechas por los bibanches para almacenarla y distribuirla.

Al llegar los conquistadores castellanos a la isla, los bibanches trataron de esconder este maravilloso árbol para que los conquistadores se retirarán sin descubrir este tesoro natural.

No fue posible esconderlo por mucho tiempo, ya que una de las mujeres aborígenes, quien según la leyenda, se enamoró de uno de los soldados que colonizaron la isla, fue quien revelo a los conquistadores la ubicación del árbol, y aunque fue castigada con la muerte los castellanos rápidamente comenzaron a aprovecharse de sus bondades.

En el año 1610 la isla fue azotada por grandes tormentas lluviosas y fuertes vientos, los cuales arrasaron con este gigantesco árbol, acabando con esta fuente de agua. Lamentablemente esto causó la desaparición del pueblo bibanche al desaparecer su principal reserva de agua.

Posteriormente en 1949 se volvió a plantar en su lugar un til con propiedades similares que hoy se encuentra protegido por un Centro de interpretación y por una “ruta del agua” creada en honor a la leyenda del Garoé.

Hoy en día el árbol Garoé, cuyo nombre significa en aborigen “laguna” o “rio”, sigue siendo un símbolo importante para los isleños, formando parte del escudo de la isla, en el cual se representa como un árbol verde con una copa redonda sobre la cual se encuentra una nube que rocía agua sobre él, como una representación del fenómeno que se da con este árbol.

El til, un árbol endémico de la Macaronesia

Aunque se cree que el árbol original y sagrado llamado Garoé, poseía propiedades únicas, realmente es posible que haya sido un ejemplar de la especie Ocotea foetens que es el nombre científico del árbol que normalmente se conoce como til o tilo.

Esta especie tiene justamente las propiedades descritas anteriormente acerca del original. El mismo suele tener un tronco esbelto con una altura que se puede encontrar entre los 20 y 30 metros de altura.

Es justo esta característica lo que permite que choque con las nubes más bajas traídas por los alisios y absorba el agua de estas. Es un árbol con ramificaciones abundantes las cuales están rodeadas de hojas dispuestas en forma alterna y con flores en racimos poco densos.

La corteza de este árbol es de color gris oscuro con protuberancias redondas y blanquecinas. La misma emana un olor suave, dulce y agradable. Al ser un árbol con mucha agua, sus frutos son carnosos y tienen forma de aceituna.

Estos últimos tienen una corteza persistente alrededor que los hace asemejarse a unas pequeñas bellotas, esta se cae en el momento en que maduran los frutos, los cuales pasan de ser de color verde intenso a morado o negruzco. Cuando llegan a su madurez, se desprenden de las ramas y caen al suelo.

Centro de interpretación del árbol Garoé y ruta del agua

Justo a 500 metros del árbol Garoé, fue creado un Centro de interpretación del mismo, donde puedes encontrar un museo que cuenta la leyenda y contexto de este árbol.

Muestra la riqueza arqueológica relacionada con el mismo y que además está acompañado por la famosa “Ruta del agua”, un paseo de 16 km que te llevará a conocer la importancia y la historia de tras del agua que emanaba del Garoé.

El fenómeno de la lluvia horizontal

En el centro de interpretación del árbol Garoé, también podrás conocer más sobre el fenómeno de la lluvia horizontal, un fenómeno natural que ocurre en las zonas altas y boscosas donde los árboles se encuentran con las nubes más bajas.

En este fenómeno, las plantas condensan el agua absorbida de las nubes y forman en sus cortezas gotas de agua que se precipitan lo que permite que los arroyos y caudales de aguas crezcan.